La Biblioteca François-Mitterrand,
del arquitecto Dominique Perrault, consta de cuatro torres en forma de libros
abiertos y su Sección audiovisual está considerada como el tercer archivo
audiovisual más grande del mundo después del que tiene la Biblioteca del
Congreso en Washington y el de la British Library en Londres.
Entre cuatro torres de vidrio y acero de 80 metros de altura –la
torre de los Tiempos, la torre de las Leyes, la torre de los Números y la torre
de las Letras, que simbolizan cuatro libros abiertos– se encuentra una de las
joyas urbanísticas más importantes de París: la Biblioteca
François-Mitterrand, del arquitecto Dominique Perrault, que conserva 14
millones de libros y de revistas, manuscritos, planos, partituras, monedas,
medallas, enciclopedias intelectuales, artísticas y científicas; y entre todos
estos tesoros está el tercer archivo audiovisual más grande
del mundo después del que tiene la Biblioteca del Congreso en Washington y el
de la British Library en Londres. El origen del departamento se remonta a los Archivos de la
Palabra, creados en 1911 por el lingüista Ferdinand Brunot, quien grababa a
personas del común recitando textos o cantando.